La fe y los hechizos: la combinación para la buena suerte
Es común que hayamos escuchado la palabra “fe” como mediador para peticiones de distintas índoles, y es que todo es cuestión de ella, de creer en la positividad presente en las situaciones y la esperanza que impongamos en la consecución de aquello que tanto queremos. Con la ayuda de los rituales y la efectividad por medio de la fe que impongamos en su práctica, es posible que obtengamos, seguramente, la eficacia de estas dos combinaciones que trabajan de la mano, en este caso, para la buena suerte.
La buena suerte abarca temas financieros: suerte y asertividad en las acciones que tengan de por medio dinero, la administración financiera y demás posibilidades que empezarán a hacerse evidentes cuando contamos con una pizca de buena suerte en nuestras actividades y con el resto puesto en la fe de ellas.
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Hechizo con coñac: el mejor para la buena suerte
Elementos que vas a necesitar para poner en práctica este hechizo:
- Copa de coñac
- Siete velas de color: verde, blanca, rosa, amarilla, azul, roja y naranja (no al azar)
- Una mesa
- Un encendedor
Procedimiento:
- Como primer paso, debemos estar sumamente relajados y disponer del espacio total de nuestros pensamientos, dejando nuestra mente totalmente en blanco. Como hemos mencionado, la fe es un factor determinante en procesos de hechizos y peticiones, así que actuaremos de su mano para este procedimiento, además de tener presente también la esperanza de una pronta solución para que la buena suerte llegue a nosotros y sean protegidas las decisiones y las actuaciones que tomaremos de ahora en adelante.
- Luego de esto, pondremos las siete velas en una superficie plana, preferiblemente en una mesa, las cuales representarán cada una en su color los siguientes factores: rojo; la pasión y el amor, la vela rosa traerá la ternura, la de color verde será la atracción de la prosperidad y la abundancia, la vela blanca comprende las buenas intenciones de nuestra fe y la pureza, la azul representa la verdad, la vela amarilla refleja la alegría y la armonía, y la de color naranja trabajará para alejar cualquier molestia o tristeza. Las velas pueden estar en el orden que creamos conveniente y alineadas la una de la otra.
- La copa de coñac la ubicamos en el centro de las velas. Ahora procedemos a encender las velas una por una, siempre pensando en que la buena suerte llegará con este hechizo. No tomaremos una idea de la buena suerte en particular, sino que, pensaremos en general para las acciones que desempeñemos en el futuro.
- Las velas deberán consumirse por sí solas en su totalidad, sin ser apagadas por factores externos como una corriente de aire. Recordemos que deben estar presentes los pensamientos positivos.
- Una vez se haya consumido la vela faltante, puedes beberte el sorbo de la copa de coñac que estaba en medio de ellas, haciendo un brindis en festejo y honor de la buena suerte que acaba de entrar a nuestras vidas.